El desafío
Mi propuesta fue desarrollar una solución de diseño que hablara de nuestro paso por la escuela.
“Comenzamos en la Escuela un poco como jugando con las formas, aprendemos a equilibrar, a contrastar, a componer y diagramar ideas, a relacionar elementos. Siempre teniendo en cuenta aquello que queremos comunicar. Más adelante nos atrevemos a tomar riesgos y llevar al extremo esas formas -hasta qué punto comunican y en qué punto dejan de comunicar-, nos atrevemos a saltar del puente (hay que atreverse), nos proponemos desarrollar un requerimiento de una forma diferente; ahí está la originalidad, ahí la innovación en diseño, ahí lo propositivo del Diseñador.
Esta marca es eso, un ejercicio de comunicación, que partió jugando y al final quiso llevar todo a los extremos, es un juego comunicacional para dejar un registro de mi paso por mi querida Escuela, un regalo de diseño para el Diseño, y para mi.
Puede que guste, como ya lo ha hecho, y puede que no guste, como también lo ha hecho, pero eso es el Diseño, una actividad democrática, que debe construir argumentos, contenido y debate, que debe provocar (¿sino para qué?)
Yo al menos me enamoré de ella (¡también está permitido!) y siento que es uno de mis mejores trabajos (está diseñado con amor), así tenía que ser…
El proceso
El proceso consistió en la definición de varias líneas de propuestas que se desarrollaron y analizaron para determinar su grado de legibilidad y comprensión
Posteriormente se seleccionaron y continuaron dos líneas de diseño y se trabajaron como propuestas finales de modo de establecer una comparativa que permitiera potenciar el resultado final. De allí se determina la propuesta a presentar que es la que personifica y permite encarnar de mejor forma el relato que se quería representar.