La propuesta plantea una forma que hable de algunos elementos propios e identificatorios de la morfología porteña. Es así como podemos adivinar el mar, los ascensores, ventanas, casas que cuelgan de los cerros, el volantín… y también la forma del barco, habitante permanente de la bahía.

Se define la propuesta como una marca CONTINENTE, que acoja y transmita todas las expresiones, todas las experiencias, las historias, los sueños, que hable de la arquitectura y de la geometría imposible de sus calles, de los ángulos, los colores y el mar, de todo aquellos que da vida al puerto, que construye aquella identidad variopinta y exquisita que encanta y enamora al visitante.

Una marca que se vista de los amores propios de la ciudad…